La cosa era así: qué puedo leer (dirigido a cualquier adulto de casa disponible) Ya había terminado con todos los de la colección Robin Hood , billiken , etc…
Entonces alguien bajó de la estantería de arriba un librito con la tapa de cartulina en blanco y negro. Con una cara que parecía familiar. En ese entonces yo, que no sabía nada, confundía a Cortazar con Vargas Llosa , el tipo de apellido y la forma de la cara (podría haberlo incluído a Roberto Arlt si hubiera visto una foto suya: Cara cuadrada como de buey ojos grandes, la pose de la foto, la ropa, la impresión en blanco y negro)
Tenés que leer “La Autopista del Sur” que es genial.
Me preparé para el arribo de la genialidad tirado en mi cama con el librito.
El libro es uno que venía con un Fascículo (que nunca ví) de una colección llamada Capítulo del Centro Editor de America Latina. Una editorial que merece por lo menos otro posteo pero si me voy ahora por más ramas no voy a terminar nunca.
El cuento no me pareció demasiado genial, me aburrí un poco. Pero terminado ese cuento seguí con otro que ocupaba casi todo el libro, un cuento largo que se llamaba “ El perseguidor” y ahí mi pequeña cabecita infantil voló en varios pedazos.
Era como esas bebidas que te dan más sed, o esas comidas que te despiertan el apetito, ese tipo , a quien no conocía, en un texto escrito como de coté, como quien no quiere la cosa, hablaba de cosas raras que yo , de alguna manera inexplicable, sentía o pensaba y no compartía con nadie. Es decir : no se si había alguna imagen fija que yo compartiera (yo no soñaba con urnas o en todo caso cuando se nombraba una urna pensaba en las urnas de las elecciones y no en las de los funerales , más cuando nunca había visto una como para representarmela) pero había algo en la forma de mirar o de narrar, que me emparentaban vergonzozamente con el escritor este.
También había algo muy extraño que tarde años en desentrañar y era que me habían dicho que Cortazar era Argentino, pero el lenguaje en el que estaba escrito el cuento , el libro en este caso, era igual al de las novelas traducidas del ingles y en los datos del libro no figuraba ningún traductor. Pero (muchos peros ) pero pero . El relato transcurría en estados Unidos, se hablaba del Jazz y Johny (no se escribirlo , trato de poner la h aquí y alla pero no se queda pegada bien) es un saxofonista pobre y talentoso que habla del sex, del sax y del six..
No entendía nada pero el plexo (que nunca me miente) me decía que yo ya era a partir de ese momento un enamorado de Cortázar.
Me leí todos los cuentos con diferentes resultados, eran buenos. Pero esa experiencia que había vivido con “El Perseguidor” no la volví a sentir. Hace un tiempo leí una frase que me causó risa que decía que los burgueses en cada renovación de sus Mercedes Benz nunca superan la sensación que les dio comprarse su primer 2CV.
Yo siento que empecé muy bien y que era como tenía que empezar, como con Franchela (si, el de la televisión) me pasó algo similar: Yo lo vi a Franchela por primera vez en un programa que pocos recuerdan que se llamaba “ Historias de un trepador “y que daban en la television donde Franchela hacía de un asesinoa sueldo enamorado de su cliente.
Era muy buen actor. Luego empezó a hacer esas cosas de la televisión ocupando el lugar que Olmedo había dejado: el cómico picaresco cómplice del público, la mayor parte del tiempo burdo .Pero yo no me engañaba y sabía que ahí estaba el actor que yo había visto antes. Cuando llegó el turno de los papeles serios y el oscar por el secreto de tus ojos yo ya lo sabía y no me sorprendí y conté para el que quisiera oirme que yo ya lo sabía (eso es lo que más me gusta hacer: decir yo ya lo sabía)
A los quince ma o meno .Yo estaba en una escuela de educación por el arte y tenía compañeros y compañeras que eran un poco más grandes y que hablaban de Rayuela.
Un nombre bastante tonto para una novela que como gran novedad podía leerse de aca para alla o así,saltando capítulos.
Entonces fui donde mi hermano Jorge y le pregunté si había oído hablar de la tal novela.
La reacción fue mucho más de lo que hubiera esperado, me dijo , no solo que la tenía sino que era un libro genial , etc, etc y me dio su ejemplar que en realidad era el ejemplar que el le había regalado a su mujer y cuya dedicatoria decía algo así como a “mi Talita y a mi Maga” Era una edicion en rustica de seix barral con la tapa color beiyesito y un fascimil de la firma de Cortazar en dorado.
Las dedicatorias de los ejemplares de Rayuela que he tenido en mi poder son otro tema
El que Hernan le regaló a Nora (tapa dura azul oscuro creo que de Planeta) decía (yo calculo que haciéndose el gracioso) “me hubiera gustado regalarte una peluca” y el mío (que Liliana me regaló y que era la edicion que ella había leído 1968 tapa de cartulina negra con la rayuela dibujada en blanco Sudamericana )decía para Diego , para que deje de ser de una vez un teórico de Cortazar. (Lo que en ese caso quería decir que yo hablaba de Cortazar pero no tenía ni un solo libro propio (un ejemplar de mi propiedad) de él)
Bueno, que lo leí, que me fascinó ,que de nuevo me encontré con el Julio del otro lado de su perfección como cuentista. Que me convertí en el insoportable de Rayuela, repitiendo una y otra vez su lectura, haciendo listas de referencias, encontrandome de casualidad con piezas del rompecabezas, enamorando chicas con la enunciacion del capitulo numero 7, enterneciéndome y espantándome con Rocamadur, caballito de azucar, bebé, bebé , rocamadour. E inevitablemente enamorándome de la Maga y tratando de encontrar a alguna minita que se dejara meter un rato en el molde y jugar conmigo. Creo que algo encontré pero lo que más se me metió fue el personaje de Oliveira, distante, suficiente, pedante en su silencio, sin plata, separado de los otros , divagador metafísico, talentoso sin método.
Ese traje me vino a la perfeccion y como en un fundido de cámara VHS se fue solapando con Pinky de hecho (y no me voy a levantar a buscar Rayuela para comprobarlo ) el tema del ladrillo y la pared está (como esta todo como en un aleph)en Rayuela , por lo menos yo me acuerdo perfectamente que entre el embudo en el fondo de la carpa de circo y el Sena metafísico en el que se ahogará la maga, habla de ablandar el ladrillo hasta hacerlo poroso y poder salir del otro lado.
El otro día pasaba frente al televisor y ahora que todo el mundo está con the wall pasaban un pedazo de la pelicula: Pinky (Bob Geldof) está sentado con el control remoto en un sillon (confortablemente adormecido) una chica le chupa los dedos y el no la vé. Y me dio un dejavu, una ternura y una epifanía. Ese personaje era el que yo tenía como modelo. Lo que yo quería ser.
Ese Pinky que se deja lamer los dedos por una groupie mientras cambia de canales drogado, es el mismo Oliveira que se deja secar los pies por la maga mientras pide mate y grapa a Gregorovius, a metros de un bebé que se murió (pero no lo sabemos).
Yo me sentía solo, aparte de mis contemporaneos y jugaba con esas cartas mi personaje trágico el que trato de rasquetearme todos los días un poquito despues de hacer lo mismo con los pies.
Ayer agarré un libro para el colectivo. Una selección de cuentos que edita el gobierno para que los adolescentes lean en la secundaria. La edicion tiene como tres prólogos, uno de la Presidente Fernandez, otro del ministro que no leí y el tercero de Mempo Giardinelli a quien creo que tenía que querer en esa época. Editaba una revista de literatura? Le gustaba a Gogo Morete? O a Ilarraga?
Tiene varios cuentos variados y buenos. Entre ellos dos que hablan de la ruta y los autos uno es “Hoy temprano” de Pedro Mairal , de quien no he leido otra cosa y que esta bien . No es un cuento maravilloso pero habla de mi época de chico y la pinta con trazos que son como el color de las Kodak cajoncito que no importa lo que salga en la foto sabemos que es de entonces.
Y el otro cuento es La Autopista del Sur. Tengo que decir que el muchacho este : Cortazar ha mejorado mucho entre “La Autopista del Sur” Cuento leído en 1983 y este cuento “ La Autopista del Sur” leído en 2012 que es muy superior en muchos aspectos.Sobre todo ahora que manejo un auto y tengo relaciones sexuales. Volviendo hoy de Hudson por la Autopista y escuchando la radio, en una de esas casualidades que le gustaban al Julio , en el programa de Andy Kusznezoff (y no puedo escribir Jhony) habla al aire un oyente y le preguntan cual es el último libro que leiste y el tipo dice Rayuela y se ponen a hablar del libro. The Wall, el otoño recien estrenado en la Buenos aires –La Plata y yo no debemos ser ajenos a esta “sincronía”.
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